Entrevista a José Manuel González, autor de "Terápolis"
Desde hace unas semanas ya está a la venta el nuevo
número de la colección “Espiral Ciencia-Ficción”. Se trata de “Terápolis”
escrita por José Manuel González (http://aroz.izar.net/nuestra-coleccion/titulo-actual/index.php).
En la última jornada de la TerBi, celebrada hace poco, se presentó la novela en
una charla coloquio entre el autor y el periodista Luis Alfonso Gámez sobre
mega-ciudades del futuro (se puede ver en: https://www.youtube.com/watch?v=C3k2TzYSM1o)
Entrevistamos a José Manuel González en torno a esta
obra, la ciudad del futuro y la ciencia-ficción
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La
novela escrita por ti, que ha publicado “Espiral CF” hace unas pocas semanas,
tiene como escenario, y también como protagonista, a una mega-ciudad del futuro
¿Por qué has creado esa historia? Cuéntanos cómo se gestó la idea de la novela.
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Ser escritor aficionado
tiene sus ventajas, y una de ellas es la de no preocuparte por la
“comercialidad” de tus relatos.
Gracias a ello tengo una
libertad total para elegir mis tramas y escenarios, y lo que busco, sobre todo,
es que me diviertan las historias que imagino, lo que hace más fácil que también
diviertan a los lectores.
Muchos de los que han
reseñado mis relatos coinciden en no ver “profundidad” en ellos. La verdad es
que lo hago conscientemente porque aunar profundidad y amenidad solo está al alcance
de los grandes escritores, así que yo me conformo con lo segundo y dejo para
otros los relatos sesudos, las tramas psicológicas y las tragedias, que ya
suficientes tiene la vida, e intento potenciar el factor lúdico de la lectura.
Es lo que quiero lograr con mis libros: que diviertan y entretengan, y que
dejen un buen sabor de boca en lugar de un dolor de cabeza.
Pero me salgo del tema,
aunque la contestación a la pregunta “Por qué has creado esta historia” está
relacionada con lo expuesto: como escribo para divertirme estoy probando todos
los subgéneros de la ciencia ficción, y la novela juvenil era uno de los que me
faltaban.
Una vez decidido el
subgénero tenía que crear el escenario y recordé un relato que Asimov incluyó
en una de sus recopilaciones: “Tumithak de los corredores”. Hoy ese corto puede parecernos pobre
estilísticamente, pero, a mí, un joven lector en la década de los 70, me gustó
tanto que puedo afirmar que forma parte de las historias que consiguieron
aficionarme definitivamente al género, por lo que decidí crear para los
protagonistas un ambiente parecido.
Pero la cosa se fue
complicando. Los corredores se transformaron en grandes espacios y las poblaciones
subterráneas en una mega-urbe que cubría La Tierra. Ya solo era cuestión de
crearle un pasado, un presente y un futuro hacia el que caminaría la historia.
La ingeniería que la
haría posible fue más complicada, pero, al fin y al cabo, ese tema me gusta
(tanto que estoy pensando en escribir un artículo titulado “Ingeniería de
Terápolis”, recopilando los aspectos técnicos sobre los que, aunque muchos
están implícitos en la novela, la trama pasa por encima de puntillas).
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La
mega-ciudad que presentas en la novela tiene una estructura muy interesante.
Explícanos brevemente sus características.
Es difícil explicarla
brevemente, pero lo intentaré: es una megaurbe compuesta por células
gigantescas de cincuenta por cincuenta kilómetros de base y aproximadamente
quinientos metros de altura, divididas en una media de cien plantas.
Todas son iguales excepto
las costeras y una línea situada en el ecuador. Fueron construidas por una
civilización muy avanzada en ingeniería civil, pero, como dice uno de los
personajes, muy atrasada en ingeniería social. Los materiales necesarios para crear
la ciudad los consiguieron utilizando roca fundida extraída directamente del
manto superior.
Para que la ciudad fuese
posible tuvieron que detener la deriva continental utilizando una técnica… pero
eso lo dejo para el artículo de ingeniería.
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¿Cuál
ha sido las fuentes de inspiración para esa ciudad? Supongo que habrás
investigado, y te habrás documentado para crear esa urbe
La verdad es que apenas
he investigado sobre el tema. Mis dos modelos posibles, Trantor y Coruscán, son
urbes nacidas del caos que intentan disminuirlo, así que no son viables como
modelos para una ciudad prediseñada y ordenada como Terápolis.
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La
novela está protagonizada por una pareja de jóvenes. ¿Es una novela juvenil? ¿O
tiene aspectos orientados a ese sector y otros más para adultos?
En general, una buena
novela juvenil debe gustar también a los adultos. Una ventaja que tenemos
respecto a los jóvenes es que nosotros también lo hemos sido y podemos recordar
aquella época en la que nos emocionábamos con cosas que ahora nos parecen
simples. Las novelas juveniles nos transportan a una época por la que sentimos
nostalgia.
Como no puedo compararme
a los grandes escritores he empleado un truco para interesar a las dos franjas
de edad: los sucesos que se narran en Terápolis están contados desde dos puntos
de vista: el de la joven Mara, que está presente en toda la línea argumental,
evolucionando a medida que madura, y la Mara ya abuela, que, en párrafos
intercalados a lo largo de toda la
novela comenta los acontecimientos desde la perspectiva adulta.
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¿Cómo
ves el futuro de las ciudades?
Supongo que son nuestro
futuro. Creo que el descenso de la natalidad que se está produciendo en el
primer mundo es circunstancial y solo ralentizará un poco el crecimiento
exponencial de la humanidad.
Cuando la población
mundial llegue a una densidad de habitantes como la que se da, por ejemplo, en
Alemania, la humanidad tendrá que concentrarse en las ciudades y habitarlas en
vertical, dejando el campo para la producción de alimentos. Puede parecer un poco
apocalíptico, pero no creo que estemos a muchos siglos de distancia de un mundo
así.
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¿Cómo
fue el proceso de publicación en “Espiral CF”?
En una reunión de la
Terbi, Juanjo me comentó que había publicado a casi todos los autores de
nuestro entorno y me preguntó si había escrito alguna novela larga. Le dije que
aún no, pero me comprometí a presentarle la primera que escribiera. A partir de
ese momento fui gestando la idea de Terápolis, se la envié a medio escribir y
le gustó. Me reservó un número y la terminé justo a tiempo para cumplir el
plazo.
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¿Estás
escribiendo algo ahora?
No, tengo muchos
proyectos y muy poco tiempo libre para llevarlos a cabo. Estoy en las primeras
fases de una colaboración con un escritor muchísimo más “profundo” que yo, y, si
sale adelante, creo que conseguiremos un resultado interesante.
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Si
deseas añadir algo más…
Una reflexión… Nuestro
querido género literario vive un largo letargo (en su versión lectura) que, si
no se soluciona, puede acabar relegándolo a la insignificancia.
Deberíamos hacer un
esfuerzo todos (aficionados, divulgadores, editores y escritores) para acercar
la ciencia ficción al gran público.
Creo que no vale la
excusa de que “ahora se lee poco”: se lee poco porque es difícil encontrar
libros que no nos aburran antes de llegar a la mitad. ¿Cómo si no pueden
explicarse el éxito de determinadas sagas juveniles (Harry Potter, Los juegos
del hambre, etc) y de otras novelas tan serias y bien escritas como la post-apocalíptica
“La carretera”?
Esos casos confirman que
los libros de ciencia ficción o fantasía, si son interesantes y tienen la
suficiente promoción, pueden llegar al gran público.
Propongo trabajar más
activamente en divulgación de nuestro apasionante género con iniciativas
adecuadas para cada nivel: los escritores deberíamos esforzarnos para llegar a
un público más diverso y no centrarnos en agradar solo a los aficionados, que a
esos ya los tenemos convencidos, los aficionados participando activamente en
los foros de discusión y creando el feedback que necesitamos los autores, y los
divulgadores y editores organizando y fomentando esos foros.
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