En defensa de la Tertulia de CF de Vitoria
En la
biblioteca de la Florida de Vitoria hay una tertulia de ciencia-ficción todos
los meses. Parece que quieren anularla, y desde los habituales de esa tertulia
están recabando apoyos para intentar mantenerla
Han
consensuado un escrito para enviar a la biblioteca. Es este:
EN RELACIÓN
A LAS TERTULIAS DE CIENCIA FICCIÓN QUE SE REALIZAN MENSUALMENTE
EN LA CASA DE CULTURA IGNACIO ALDECOA DE VITORIA-GASTEIZ
Expongo a quien proceda:
Habiéndose planteado desde altas instancias la posibilidad de que la Casa de
Cultura Ignacio Aldecoa de Vitoria-Gasteiz no continúe con la organización de
las tertulias de ciencia ficción que se celebran bajo su auspicio desde hace
ya varios años, un grupo de los asistentes habituales a dicho evento nos
gustaría manifestar las siguientes reflexiones:
1. Sobre el número de asistentes a las tertulias.
Actualmente podemos contabilizar un grupo de unas 10-12 personas que asisten a la tertulia con alta regularidad (la gran mayoría de los meses, si no todos), más algunas otras personas que por diversas circunstancias asisten recurrentemente pero con menos regularidad.
Aparte de este núcleo de habituales, esporádicamente se une a nuestra tertulia gente nueva. Esto hace que la cifra habitual de asistentes a una tertulia supere todos los meses las diez personas, llegándose en algunos casos a las 14-15 personas.
Hemos observado que algunas de las personas que nos visitan por primera vez no suelen repetir y es algo en lo que somos conscientes que habría que incidir. Sin embargo, también es cierto que las personas que sí han repetido, han terminado incorporándose a las filas de los asistentes
habituales, con lo que los números de asistencia a lo largo de los años han ido
aumentando de forma lenta pero constante.
Por otro lado nos gustaría plantear una serie de reflexiones adicionales sobre el número de asistentes:
- El propio formato elegido ―el de tertulia― establece una importante limitación en cuanto al número de asistentes óptimo.
Sirva un ejemplo numérico: con una asistencia de 30 personas, y teniendo
en cuenta un tiempo máximo programado de 1 hora y media (90 minutos), estaríamos hablando de una media de 3 minutos por persona de participación, que sería aún menor si descontamos el tiempo
dedicado a la introducción del libro y el autor por parte del coordinador. En la práctica, el tiempo útil por participante rondaría los dos minutos y medio como mucho (si tenemos en cuenta distracciones, pausas, gente que habla a la vez y otras
"ineficiencias"), a todas luces insuficiente a poco que una persona quiera contar
mínimamente algo, y que desde luego imposibilitaría cualquier tipo de debate o intercambio de ideas (sí, somos conscientes que nadie está
obligado a hablar, y que habrá gente que asista solo con la intención de escuchar, pero el hecho es que un formato tertulia implica la posibilidad de participar, al contrario que una charla-coloquio o
una presentación, donde el número de participantes activos está
limitado a un número de personas muy reducido).
- A la hora de publicitar las tertulias, la propia Casa de Cultura indica en su web y notas de prensa que "Es requisito
imprescindible haber leído el libro antes de acudir a cada sesión del
taller". Esto en sí tambien establece una limitación importante en cuanto al
número de asistentes, ya que puede disuadir de asistir a personas que
pueden estar interesadas en el libro, pero que no lo han leído. En la práctica, esta regla no solo no hay manera de hacerla cumplir,
sino que al contrario se recibe con los brazos abiertos a cualquiera, haya
o no leído el libro o incluso haya o no leído algo de ciencia ficción,
porque nos parece que es la manera de abrir el género a más público. Este requisito debería ser revisado por si pudiera tener incidencia en
la potencial asistencia de nuevas personas al evento.
Hay también que hacer notar con relación a lo anterior que leer un libro es una actividad que consume cierto tiempo, y que no se realiza "de un día para otro". Aunque la tertulia se
publicita en prensa, radio y otros medios, el aviso de celebración del evento suele ser unos pocos días antes, y para entonces es demasiado
tarde si lo que se pretende es que el oyente o lector de la noticia se
lea el libro y asista a la tertulia. Y con respecto a esto, nos
gustaría señalar también que la no disponibilidad del libro en los fondos
de la biblioteca con suficiente antelación podría afectar como efecto disuasorio adicional respecto a la asistencia a las tertulias. Se
han dado casos en los que algunos de los libros seleccionados para las tertulias han llegado dos o tres semanas antes de la celebración
de dicha tertulia ("Las estrellas son Legión", "El
Viento Soñador" y "Ciudad Nómada" por citar algunos ejemplos del año
pasado), dejando únicamente tiempo para un préstamo ―o a lo sumo dos―. E incluso en
un caso el libro nunca ha sido incorporado al catálogo (concretamente
"La ciudad y la ciudad" de China Mieville). Evidentemente, muchos
de los lectores habituales contamos con ejemplares propios o nos podemos permitir adquirirlos, pero aun así consideramos que es sensible
esperar que la biblioteca disponga de dichos títulos para aquellos que no quieran o puedan permitírselos, y especialmente para aquellos que
no están interesados en la ciencia ficción de forma habitual y que
pueden ser mucho más reacios a adquirirlos por su cuenta.
2. Sobre la medición de impacto de la actividad en el público en general
Relacionado con el punto anterior, nos gustaría poner en cuestion si la métrica del número de asistentes es la más adecuada a la hora de valorar el impacto de las tertulias en el tejido lector alavés. Nos gustaría sugerir que hay otras posibilidades:
- una métrica alternativa consideraría la incidencia en el número
de préstamos que la biblioteca ha realizado de los libros
seleccionados en la tertulia a lo largo del año (temporada).
Aunque la medición deja fuera a aquellos que ya poseen el libro (y
ante la imposibilidad de poder cotejar cifras de ventas, especialmente
en el mercado actual donde prima la venta a través de Internet), nos
parece mucho más significativo sobre una repercusión real más allá del
núcleo duro de asistentes habituales ya descrito.
En todo caso, reconocemos que no hay una métrica perfecta, y que habría que reflexionar con más profundidad sobre este aspecto (lo cual se sale del propósito del este escrito).
3. Sobre la importancia de la temática en el mundo actual
El profesor de historia y escritor Yuval Noah Harari ha defendido la relevancia actual del género con estas palabras:
"Hoy en día, la ciencia ficción es el género artístico más
importante. Da forma a la comprensión del público sobre cosas como la
inteligencia artificial y la biotecnología, que probablemente cambiarán
nuestras vidas y la sociedad más que cualquier otra cosa en las próximas décadas."
Debido a
que la ciencia ficción juega un papel tan importante en la formación de la opinión pública, a Harari le gustaría ver más
ciencia ficción que se enfrente a temas realistas como la creación de
una'clase inútil' permanente de trabajadores. "Si se quiere concienciar
al público sobre estos temas, una buena película de ciencia ficción podría
valer no uno, sino cien artículos en Science o Nature, o incluso cien
artículos en el New York Times", comenta.
La Inteligencia Artificial y la biotecnología pueden ser dos de
los problemas más críticos a los que se enfrenta la humanidad, pero Harari
señala que apenas son un punto en el radar político. Cree que los autores y
cineastas de ciencia ficción deben hacer todo lo posible para cambiar eso.
Numerosos autores de ciencia ficción han descrito a lo largo de los años el poder de la ciencia ficción como un vehículo para explorar temas demasiado complejos, sutiles o delicados, en los que la literatura realista se ve demasiado limitada por el discurso y la situación del momento. Mediante su capacidad para ponernos en situaciones extrañas (el
"extrañamiento cognitivo" de Darko Suvin), nos fuerza a evaluar ideas
y situaciones más allá de nuestra zona de confort, mirándolas desde la perspectiva única del "forastero".
Hoy en día, esa capacidad de abstraerse del mundo real y sin embargo seguir hablando del mismo, es cada vez más apreciada por los escritores, lo que la está convirtiendo en un género en alza. Los omnipresentes medios audiovisuales, pendientes siempre del zeitgeist, están apostando fuertemente por la ciencia ficción, y es raro el autor de reciente fama cuyos derechos de alguna de sus obras ―novela o relato― no hayan sido adquiridos para adaptarlas a la pequeña o la gran pantalla, desde N. K. Jemisin hasta Ken Liu. En China, la ciencia ficción ha pasado de ser un género marginal denostado por las autoridades a estar apoyado y promocionado por el propio gobierno como parte de su estrategia de reforzamiento de la imagen de la ciencia y tecnología de país ante el resto del mundo. Como resultado de todo ello, la ciencia ficción china ha traspasado fronteras, y alcanzado cuotas de popularidad nunca vistas, como es el caso del autor Cixin Liu y su trilogía de los Tres Cuerpos.
En el resto del mundo, la ciencia ficción también ha ido adquiriendo un mayor reconocimiento como forma de literatura durante los últimos años. Incluso se ha dado el caso de autores que habían rechazado durante décadas la etiqueta "ciencia ficción" aplicada a sus obras ―como es
el caso de Margaret Atwood―, que en tiempos recientes han acabado abrazando el término ―para regocijo de algunos aficionados y pasmo de otros―.
En definitiva, el género de la ciencia ficción pasa en la actualidad por uno de los momentos en los que más puede aportar a la sociedad, y sería una lástima no aprovechar este súbito impulso para tratar de hacer llegar el mismo al público lector de nuestra provincia.
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