Entrevista a Dioni Arroyo, autor de "Fracasamos al soñar"
En la pasada Jornada de la TerBi, el escritor Dioni Arroyo
presentó su última novela “Fracasamos al soñar”, recién editada por
Nowevolution (http://www.nowevolution.net/home/182-Fracasamos-al-sonar.html)
El video de dicha presentación ya está disponible en el canal You Tube de la
TerBi (https://www.youtube.com/watch?v=owMF0zGFuSY).
Entrevistamos al autor acerca de esta novela
·
La novela trata del transhumanismo, de la
evolución del ser humano y su transformación futura a ciborg. ¿Cómo surgió la
idea de hacer una novela sobre este tema?
La literatura ya ha abordado estos
temas desde los años ochenta del siglo pasado, con autores como William Gibson
o Neal Stephenson, o incluso más recientemente con Hannu Rajaniemi o Ramez
Naam. Mi idea era avanzar más en las cuestiones humanistas y filosóficas,
hacerme nuevas preguntas sobre cómo afectará este proceso a la conciencia
humana, cómo se marginará y se acabará excluyendo a los bioconservadores que no
deseen “mejorarse”, aceptar la nueva condición poshumana. La idea nace de este
propósito de empatizar con los futuros inadaptados del mayor cambio de nuestra
historia, y ponerlo en entredicho. Mi intención ha sido advertir, buscar nuevos
planteamientos, preguntarme en qué situación estaremos cuando llegue el cambio,
de qué forma nos resistiremos o lo desearemos. Pensé que se podía aportar
nuevos elementos narrativos para construir una novela que resultase diferente y
singular. La idea surge de ese deseo de ampliar el debate con nuevas preguntas
que provoquen la reflexión.
·
¿Cómo consideras la transformación del
humano en ciborg? ¿Una oportunidad o un riesgo? ¿O los dos?
Todos los cambios despiertan
suspicacias, aunque para mí lo más importante son los dilemas éticos que encierran
y generan. La gran cuestión es si los cambios, si nuestra transformación en
entes cibernéticos, se llevará a cabo para mejorar nuestro bienestar, o para
incrementar la capacidad humana de producir. Desde luego será una gran
oportunidad para aquellas personas a las que la naturaleza les haya colocado en
una situación de desventaja, como quienes padecen alguna discapacidad sensitiva
o física. Pensad en amputación de miembros por accidentes, o la ceguera,
anomalías que la ciencia y la tecnología podrá solucionar con relativa
facilidad dentro de varias décadas, por lo menos si se democratiza su acceso
para toda la humanidad. En estos momentos, un artilugio como el marcapasos,
permite a personas con dolencias del corazón gozar de una calidad de vida más
que digna.
Bajo mi punto de vista, el problema es que en unas décadas estos
implantes será generalizados, y no sé hasta qué punto pesará más el respeto por
los derechos humanos y la libertad individual, o sin embargo nos arrastrará la
ambición habitual de nuestra especie, voraz y depredadora, en un mundo
hipertecnificado y demasiado competitivo, y que no nos permitirá quedarnos
atrás. Entonces dejará de ser una oportunidad para convertirse en un problema.
Dependerá de nuestra capacidad para controlar todo el proceso, y para eso será
necesario habilitar y delegar facultades potestativas a organismos que en la
actualidad es un papel que representan los estados. Es decir, que sean
determinadas entidades públicas que gocen de legitimidad y representatividad,
las que decidan hasta qué punto pertenece a un fin mayor ético y responsable, y
cuando se debe limitar para no violar normas básicas. Soy muy escéptico con
este punto. La ONU nos representa a todos, y aunque posee organismos como la
Organización Internacional del Trabajo, que, por ejemplo, siempre ha condenado
la esclavitud infantil -desde los años setenta-, sin embargo sus determinaciones
no son obedecidas por nadie, y numerosos países asiáticos siguen practicando
esta aberración con los niños.
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Imaginas inteligencias artificiales y
avances neurológicos que no vamos a desvelar aquí. ¿Crees que la neuro-cibernética
va a ser la gran revolución de este siglo?
Sí, estoy convencido que va a
provocar cambios impresionantes. Por primera vez en la historia, la selección
artificial se va a aplicar en nuestra especie, y la tecnología y la ciencia van
a superar a la naturaleza y la biología. Es cierto que llevamos miles de años
poniendo en práctica la selección artificial para lograr el clásico grano de
arroz superlargo, o vacas que dan el triple de leche que hace cien años, o el
ensayo y error para mezclar ovejas que den más lana que nunca. En este caso,
este “ensayo-error”, se aplicará en nuestra especie. Algunos antropólogos
opinan que ya hay precedentes, como la historia de los esclavos en América. Se
llevaron de forma forzosa a millones de seres humanos desde el golfo de Guinea,
hasta los Estados Unidos, a lo largo de casi tres siglos. La mayoría de ellos
no sobrevivió ni al viaje –en condiciones muy penosas-, ni al trabajo en las
plantaciones de maíz de Luisiana. Pero los pocos que, contra todo pronóstico
consiguieron seguir con vida, fueron el producto de la selección artificial, la
caprichosa crueldad de sus “amos”, hombres blancos sin escrúpulos. Esa podría
ser una de las explicaciones de la extraordinaria capacitación de los afroamericanos
para competir en actividades deportivas,
y en ser más resistentes a las enfermedades, a pesar de que su nivel de vida
siga siendo inferior y un alto porcentaje de ellos carezca de seguro sanitario.
·
De todas formas, la novela no es sólo
reflexión, sino que hay una trama de intriga
Por supuesto, no deseaba escribir un
ensayo. “Fracasamos al Soñar” es una gran historia de amor, con aventuras y una
trama de suspense, intentando imaginar el fin último del transhumanismo.
Construí dos personajes que reflejarán la cara y la cruz de esa nueva realidad:
un profesor de antropología que colabora en un equipo multidisciplinar para
desarrollar jurídicamente el proceso de transformación de homo sapiens a homo
cyborg, y por otra parte, una estudiante contraria a esos cambios. Ella, joven
apuesta e inteligente, forma parte de un grupo terrorista, y su papel en la
novela irá cobrando fuerza según avance la trama. La novela también tiene algún
toque de humor, que consideré muy adecuado para enriquecer el argumento.
·
¿Qué tal el proceso de crear esa sociedad
futura del año 2047?
Reconozco que ha sido lo más
complicado, construir un mundo que todavía no existe, basándome en las
tendencias tecnológicas actuales. Para esa época, me he imaginado que la
mayoría de nacimientos serán fruto de la ectogénesis, es decir, desarrollo del
feto en un embalaje que simule el vientre materno, y así liberar a la mujer de
la maternidad y que siga trabajando sin cesar. Esta cuestión supondrá una
pérdida de la clásica transmisión oral de valores de padres a hijos, y un mayor
control del poder sobre el individuo, que ya no tendrá conciencia de lo que es
la institución familiar, ni de la importancia de poseer un hermano o hermana, o
unos padres. Por otra parte, considero que el mundo en el 2047, estará
demasiado superpoblado y cansado de buscar vida extraterrestre sin ningún
resultado. Para sobrevivir, las sociedades serán entomófagas, incluyendo la
ingesta masiva de insectos en su dieta habitual, algo que ya recomienda la Organización
Mundial de la Salud, una manera de superar prejuicios culturales para erradicar
el hambre de forma barata y eficiente. Por otro lado, he cuidado hasta el más
nimio detalle todos los elementos de la vida cotidiana, el ocio en la vivienda
privada de nuestro protagonista, los avances tecnológicos energéticos, en los
medios de transporte y de comunicación, así como en nuestro propio cuerpo.
·
¿Ha habido alguna obra que creas de
referencia en este tema o alguna que te haya estimulado a especular y escribir
sobre el tema?
Me inspiró la tan perturbadora “Nunca
me abandones”, de Kazuo Ishiguro. Fue publicada en el 2005, y se consideró que
su crítica brutal de una sociedad distópica que practica la clonación humana
con asombrosa naturalidad, contribuyó decididamente a que la sociedad británica
se volviese más crítica con la posibilidad de emular seres humanos. Ese libro
me impactó con dureza, sobre todo por la
manera tan sutil que va
desvelando la realidad de la vida de sus protagonistas, un adorable grupo de
chicos en un internado. Fue demoledor, y creí que ahora había llegado el
momento de abrir el debate sobre las consecuencias del transhumanismo, hacernos
nuevas preguntas y especular para humanizar el proceso.
·
¿Estás escribiendo algo ahora?
Me temo que siempre estoy escribiendo
algo. No estoy inmerso en una novela, pero sí ando terminando algunos relatos
sin saber dónde encasillarlos, por el placer de escribir sin un objetivo
concreto. Y también son de temática distópica, de especulación oscura..
·
Si deseas añadir algo más…
Quiero dar las gracias a todos los
amigos de la TerBi, y en especial a Ricardo Manzanaro, por invitarme a las
interesantes jornadas del 03 de junio en
Bilbao, para poder presentar “Fracasamos al Soñar” por primera vez. Para mí fue
un momento emotivo, y lo recordaré siempre con cariño. Este tipo de actividades
lúdicas, culturales y divulgativas, son fundamentales para mostrar una parte
del panorama literario y dar a conocer la ciencia ficción que lentamente se
abre paso en nuestro país.
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