Crónica de la presentación de "El nudo trenzado y otras historias increíbles"
Crónica de Paco Mancera Romero de la presentación del libro "El nudo trenzado y otras historias increíbles"
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sobre la presentación de: El nudo trenzado y otras historias mediocres
de Jesús Báez Alcaide, Editorial Anáfora.
Este pasado jueves 29 de
setiembre de 2023 en el Craft Bar Pepe
sito en calle Fernando el Católico número 53, en el barrio Olletas de Málaga,
fuimos citados a las 20 horas, pero la presentación no empezó hasta rozar las
21 horas.
El local es agradable, se juega a
rol en él. Caray también se bebe y se come, faltaría más, pero es bueno
destacar de lo excelente, lo mejor. En el Bar Pepe suena buen rock de fondo.
Los motivos de las camisetas negras de los camareros así lo indican, estamos en
territorio afín. Que el autor sea bajista de grupos de rock tendrá algo que ver
con la elección del local. Y efectivamente durante los agradecimientos, Jesús Báez
nos confirmó que es un bar amigo y de amigos.
Cabe destacar, y por eso lo hago,
que la organización pagaba las cañas, las primeras cañas: no abusé, me tomé
dos… tampoco era necesario que la primera vez que me veían, se hiciesen una idea,
digamos, una idea completa de mí. Dar las gracias a los responsables y pagadores
de tan brillante iniciativa.
Miguel Ángel Magnani Rivas cabeza
visible de Anáfora Editorial
tomó la palabra. Y nos presentó la obra que acaban de editar y motivo del acto.
Como objeto, el libro presentado me gusta. Con las matrioskas y el cordel en
portada, y con un 40% de la contraportada ocupada por foto del busto del autor,
quizás un pelín excesivo. Son 134 páginas bien maquetadas, con márgenes
pequeños y con un tipo de letra que en breve ya no podré leer sin lupa.
Hablamos de una novela corta (novellete) y cinco relatos de terror, intriga y
misterio. Ese subgénero fronterizo que espera, como agua de mayo, que algún
departamento de marketing de una gran editorial dé con una nueva denominación
comercial, corta y pegadiza que se imponga y podamos dejar de usar los tres
subgéneros entre los que surfea la obra referida.
Cedió la palabra a Guillermo Díaz
Gómez, exdiputado de Ciudadanos e íntimo amigo del autor. Se notó las tablas
del que está acostumbrado a hablar en público, dominó la escena y el tempo.
Como buen político aduló sobre manera al autor y sacó varias veces el aplauso
fácil de una audiencia numerosa y entregada.
El público fue heterogéneo. Los
camisetas negras, barbudos, calvos, panzudos y con gafas no fuimos absoluta
mayoría como suele ser habitual en estos eventos. Algún día será menester
realizar una correcta y clarificadora categorización de las subfamilias que
conforman la tribu urbana de los camisetas negras de más de 35 años. Abundaron los familiares del autor y en menor
medidas los escritores locales que comparten editorial con el protagonista,
estos últimos fácilmente identificables por su toque de excentricidad comedida
en el vestir y cierta actitud de suficiencia aristocrática en el trato.
Tras las cariñosas palabras de
Guillermo hacia el autor, le cedió definitivamente la palabra. Jesús Báez es un
tipo alto, con buena planta y verbo fácil. Se explicó bien, quizás demasiado,
el género del que versa el libro no requiere tanta explicación, a riesgo de
desvelar demasiado. En cualquier caso, fue ameno y desgranó las influencias que
primero como lector, y después como escritor, han ejercido sobre él: Stephen
King, Edgar Alan Poe, Julio Cortázar y aunque en la presentación no aparecieron
si lo hacen en el prólogo del libro: Michael Ende y Jorge Luis Borges.
Su intervención se inició dando
las gracias, sin duda Báez, es una persona bien nacida, pues fueron extensos,
sentidos y muchos fueron los destinatarios de sus agradecimientos. Luego repasó
exhaustivamente cada uno de los seis textos que conforman El nudo trenzado y
otras historias mediocres.
El autor se ha sabido mover entre
los medios de comunicación y el lanzamiento de este libro ha sido cubierto
ampliamente por los periódicos locales. Y se acabó la presentación. Tuve que
desistir de obtener una dedicatoria en mi ejemplar, la cola era demasiado
extensa y avanzaba lentamente, fruto del cariño y mimo con el que el autor
despachaba al lector demandante de su dedicatoria. Las ventas fueron
magníficas.
Esta vez no me pude quedar al
tercer tiempo dedicado a las bebidas espirituosas y a las agradables
conversaciones, sólo era jueves y el viernes me llamaría amargamente en unas
horas.
by PacoMan
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