Crónica de la presentación en Málaga de "El codo de la Torcaz" de Damián Cordones
Crónica de Paco Mancera Romero de la presentación en Málaga de “El codo de la Torcaz” de Damián Cordones
El libro es un producto que se vende, por eso se etiqueta, como cualquier otro producto que se vende.
Presentación El codo de la Torcaz de Damián Cordones Ediciones El Transbordador el 7 de febrero de 2020 en Librería Luces. Pilar Márquez la comodora en jefe de Ediciones el Transbordador flanqueada por Miguel Ángel Villalobos también editor del Transbordador y por el autor (jienense afincado en Málaga), nos dio la bienvenida y agradeció nuestra presencia.
Pilar clasificó a Damián como un autor experimental e hizo memoria de las obras que El Transbordador le ha editado (el enlace en el título lleva a la crónica de esa presentación): La era del espíritu baldío en marzo de 2017, Descenso al oasis en octubre de 2018, Nuestro mediocre carácter en marzo 2019 una publicación exclusiva para los mecenas de la Editorial El Transbordador. Al final de esta reseña se enumeran las demás publicaciones de Damián. También destacó la flexibilidad que las obras de Damián demuestran al abarcar un amplio abanico de temas y registros.
Tomó la palabra Miguel Ángel para comentar como llegó esta obra a la editorial. Damián la sometió a la editorial GasMask regentada por Miguel Ángel antes que se fusionara con Ediciones el Transbordador. La aceptó, pero no dio tiempo a editarla. Es un texto original y el de mayor contenido político de las obras hasta ahora editadas del autor. Miguel Ángel le preguntó: ¿Por qué les envió su obra más combativa? Por qué se imaginaba el libro en GasMask y por qué también le hacía ilusión. Aunque sabía, que al final, iba a maquetarlo Pilar. También era consciente que iba a costar mucho trabajo convertir el texto en un libro. Pilar apuntó que si no hubiera corregido el estilo y maquetado previamente obras de Damián no habría sido capaz de hacerlo. Finalmente el maquetado se acabó convirtiendo en un mano a mano entre editora y autor, y que la idea original nada tiene que ver con el resultado final. De hecho Pilar añadió que es el primer libro de Ediciones El Transbordador que no se edita en formato digital, porque en esos formatos se pierde la forma que finalmente se le ha dado al maquetado en papel.
Para poder explicar la complejidad de la maquetación Pilar resumió la novela: El protagonista, adicto a las drogas, vive en un barrio a las puertas de la gentrificación, en casa de un traficante. El traficante le suministra una terapia de choque con sustancias derivadas del peyote, por lo que el protagonista está siempre en un estado alucinatorio. La novela es el diario del protagonista, de su revisión y una posterior segunda revisión, y todo ello simultáneamente, revisión solapada con revisión, de ahí los distintos colores del texto y tachados que aparecen en el libro.
El autor describió las acciones que Sawa (el traficante) usa para defenderse de los acosadores que pretenden echarlo de su piso. Se defiende usando su red de tráfico de drogas: el Torcaz. El protagonista no sabe exactamente qué está pasando (al igual que el lector) pero lo va descubriendo poco a poco. Y el diario es su “mapa” que encripta, por si lo detienen, evitar que el sistema Torcaz se vea comprometido. Miguel Ángel clasificó el libro de Espionaje Filosófico.
Damián reconoció que, muchas veces, escribe historias para enlazar tres o cuatro imágenes que previamente tiene en mente y que le apetece mucho contar. Por eso cuando en una crítica se destacan esas imágenes le reporta una gran satisfacción, porque esas imágenes son las responsables de la existencia de ese libro.
A pregunta de Pilar, Damián admitió que en la última revisión, estaba igual de perdido que cualquier lector que se enfrente a El codo de la Torcaz por primera vez, ya que hacía más de un año que no la releía y se le había olvidado la historia, pero no las imágenes que quería contar. Admitió que quedó muy satisfecho, vamos que le gustó mucho el libro. En ese sentido el lector se identifica totalmente con el protagonista pues posee la misma información que él, sintiéndose tan desorientado y perdido como el drogadicto.
Sobre el trasfondo político, Damián afirmó que no hay ninguna razón para que él lo comparta. De hecho, un autor no tiene porque compartir las ideas filosóficas o políticas de sus obras, cuestión que en estos días de contrarreforma parece que no se acaba de entender y/o aceptar por los más furibundos integrantes del fandom del género fantástico: verdaderos modernos inquisidores.
Pilar destacó que estamos ante la obra más exigente de Damián, pero a la vez es la más satisfactoria, la que más placer produce leerla. Recomienda encarar el libro sin ningún prejuicio y dejar que el libro te atrape y te lleve por donde quiere llevarte Damián.
Ambos editores coludieron que la obra de Damián es críptica, que da la información justa, o incluso menos, para seguir la historia. Pero en este El codo de la Torcaz lo supera al encriptar incluso el formato del libro.
Al autor no le gusta releerse por miedo a encontrar cosas que le den vergüenza. Pese a eso ha releído Lugar baldío en cabeza humana una de las historias de La era del espíritu baldío que es la historia que más le gusta de las que ha escrito. Pilar aprovechó para recordar que precisamente esa es la narración donde más se evidencia la voz propia que Damián ha conseguido. En ese sentido Damián desveló que ya llevaba mucho escrito y que gracias a que su posición económica mejoró, decidió autopublicarse algo. Para ello escribió algo más comercial, más de género y escribió Fractal (esta historia se autopublicó en febrero de 2015 y es una de la historias que integran La era del espíritu baldío). Toda una ironía. En este punto de la crónica introduzco un apunte personal: leí Fractal el 12 de julio de 2015 (de una sentada) y me impactó. No es un texto fácil y coincido con los editores: Damián tiene una voz propia desde primera hora, y donde es rastreable su licenciatura en filosofía. Luego le he leído todo lo que ha publicado y esa voz ha ido creciendo y madurando.
Damián convino que acepta de buen grado todas las etiquetas que se le van poniendo: Ciencia Ficción, experimental… y las que estén por venir. Damián entró en una interesante reflexión sobre los excursionistas en la lectura (lectores esporádicos) y que son tan inteligentes o más que nosotros. A lo que los asistentes, todos viciosos de la lectura, rompimos a reír de forma espontánea. No en vano, lo que nos dejamos en ojos, leyendo, lo ganamos en ego. Y, según Damián, los excursionistas tienen una ventaja frente a nosotros: no tienen prejuicios, mientras que los lectores asiduos esperamos encontrar un tipo de narración, un tipo concreto de historia, ambientación o desenlace. Pudiendo, incluso reaccionar negativamente al no encontrar lo que buscamos en el libro. Los editores remarcaron que ese es un problema de las obras de género, donde los lectores van con ideas muy claras de que es el canon.
Se entró en una suerte de debate a tres sobre las etiquetas, Pilar llegó a pensar en ponerle a El codo de la Torcaz la etiqueta de Ficción Urbana, pero desistió. Finalmente tomó la palabra Damián y resumió la discusión: El libro es un objeto y si lo vas a vender es un producto. Y a los productos se le ponen etiquetas para venderlos. El género es simplemente atrezo, es la estructura del relato, pero el resto lo mete el autor. Respecto a lo experimental, otra etiqueta, lo experimental evoluciona, muchos libros fueron experimentales pero pasado un tiempo ya dejaron de serlo, se convirtieron en convencionales (mainstream).
Pilar propuso que este libro era interesante para una sesión de un club de lectura, cuestión que el Club de Lectura de Literatura Fantástica en Málaga ya ha puesto en marcha.
Se entró en un debate con el público sobre la conveniencia de facilitar sinopsis de los libros, se expusieron sus pros y sus contras, sin llegar a una conclusión consensuada… como suele ocurrir en todos los debates.
Se inició el turno de preguntas, que estuvo animado, pero me abstengo de recogerlas para no eternizar esta crónica. Pero si quiero destacar que en respuesta a una pregunta reconoció que la ciudad innombrada de El codo de la Torcaz es Granada. Para cerrar la presentación reconoció que se siente muy querido y muy bien tratado en Fuengirola (donde reside con su mujer y sus dos hijos) y en Málaga donde ha hecho un grupo de buenos amigos entorno a la literatura.
Tras la firma de ejemplares y previo pago de su importe, como bien recordó Pilar, se pasó al tercer tiempo, donde con seguridad abundaron las bebidas espirituosas y conversaciones sobre literatura. Pero en esta oportunidad no pude quedarme y bien que me pesó.
by PacoMan
Anexo: Resto de publicaciones de Damián Cordones.
Las cosas que son Pumpido (febrero 2012) revista Preferiría no hacerlo nº 9.
Submania (noviembre 2016) Autoedición.
La antología: La hemorragia de Constanza (noviembre 2017) Cuentos secuaces, nº 4. Piedra Papel Libros.
El cuento: Por hache o por be en Ravissant(e). Fanzine de Dark Dadá (octubre 2018) Colectivo BATIBURRLL
Metafísica del bosque (Informe de lectura) (julio 2019) Autoedición
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