Robert Silverberg, 55 años con la cf
El famoso escritor de cf Robert Silverberg, de 73 años, vive en una espaciosa casa en las colinas sobre Oakland. Revela cuál es su rutina diaria: "me levanto a las 5.30 o 6.00, pero no de buena gana. Hacia las 8.30 estoy en mi oficina. Por la tarde suelo nadar un rato y trabajar en el jardín".
En mayo se publicó Something wild is loose: 1969-1972, el tercer libro de una serie prevista de nueve de sus cuentos completos. "He estado escribiendo durante 55 años. Esta serie me hará posible decir a los lectores: así es cómo ha cambiado la cf, así es cómo he cambiado yo".
Silverberg ha escrito cerca de 300 novelas y más de 600 relatos, junto con 100 libros de no-ficción. Su ritmo de escritura al principio de su carrera fue impresionante: en un periodo de 4 años escribió un millón de palabras por año. Para no apabullar a los lectores con su nombre, sus editores le sugirieron que usase seudónimos. Terminó con más de 50.
Silverberg, que en 2004 fue nombrado Gran Maestro de la SFWA, comenzó a escribir historias de cf cuando era un crío. En 1955 publicó su primera novela, y al año siguiente recibió el Hugo al "escritor de cf más prometedor". "Todavía estaba en la universidad, cuando el escritor de cf Randall Garret se mudó a un apartamento vecino al mío. Garret me dijo: soy un escritor profesional con mucha experiencia. Creo que podríamos trabajar juntos. Eres muy disciplinado, yo no. Todo resultó estupendamente durante 2-3 años. Cuando él caía dormido sobre la máquina de escribir, debido a que se había pasado toda la noche bebiendo, yo tomaba el texto y continuaba escribiendo (...) Me casé, y entonces mi mujer dijo "Ese hombre no va a entrar en casa" (...) Y ahí estaba yo, aquel joven escritor hiperactivo entre todos los grandes escritores de cf, que aceptaban como un colega. Me basta con los dedos de una mano para contar a los escritores famosos de cf que no he conocido nunca"
Pero en aquel momento llegó el primer parón en la carrera de Silverberg. "En 1959, la mayoría de las revistas en las que había escrito comenzaron a cerrar. Así que tuve que buscar algo más que hacer" Y lo halló en los libros de ensayo. Escribió numerosas obras de Ciencia o Historia.
A mediados de los 60, el escritor y editor Frederik Pohl le ofreció la posibilidad de reengancharse al género, dándole carta blanca para escribir en tres revistas que editaba Pohl. Hasta mediados de los 70 escribió numerosas novelas, entre ellas algunos clásicos del género como El libro de los craneos, Muero por dentro, Alas nocturnas, El hombre en el laberinto o La torre de cristal.
Pero llegó un nuevo parón. "La segunda vez que abandoné la cf fue debido a que acabé quemado. Estaba escribiendo libros en pocas semanas. Ahora lo veo como algo imposible de hacer, pero de todas formas lo hacía". También comenta que otro factor que le influyó fue la irritación al ver que el mercado de la cf se vió inundado de novelizaciones de películas y serie del género.
En 1980 regresó con El castillo de Lord Valentine, el primer título de la saga de Majipur. "Estoy muy orgulloso de esa serie" comenta Silverberg. Otro motivo de satisfacción es su colaboración con Asimov, con el que escribió varias novelas, entre ellas El robot humano. "Isaac estaba muy enfermo, y sabía que se estaba muriendo. El punto central de El robot humano es que el robot, para probar que es humano realmente, termina falleciendo. Y ahí estaba yo, escribiendo un libro acerca del valor de la muerte, cuando el propio Asimov estaba muriéndose. Fue una experiencia extraña"
Con respecto a su actividad literaria actual comenta que "he escrito varios relatos el pasado invierno, pero no tengo planes para otra novela. A veces miro hacia atrás y me digo "Dios mío ¿yo he escrito todo eso?" Cuando tenía 14 años yo pensaba "qué maravilloso sería trabajar de escritor de cf". Nunca he perdido el contacto con aquel chaval de 14 años ambicioso. Y pienso "lo hice y lo hice bien".
Cuando le pregunta el entrevistador si ha pensado alguna vez en su posible epitafio, Silverberg comenta que hace pocos años pensó en ello y se le ocurrió el siguiente: "Aquí yace Robert Silverberg. El pasó la mayor parte de su vida en el futuro. Ahora él está en el pasado".
(Fuente: Popmatters)
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