Avance de la presentación de Neonauta Ediciones en la Jornada de la TerBi
Durante la jornada de la TerBi del próximo
sábado se presentarán dos novedades de Neonauta Ediciones. Aquí tenéis un
avance de cada una de esas novelas
REWARD, EL OJO DEL DIABLO
Levanto el parche que cubre la cuenca vacía en la parte izquierda de mi
rostro. Embadurno de sangre tanto mi ojo como la esfera de metal, similar al
mecanismo de un reloj, que tengo a modo de remplazo.
La herramienta de la perdición empieza a moverse, libre de la funda
mística que lo contiene y resguarda. Cada engranaje se mueve, cada pieza sigue
a otra consecuentemente, como las varitas que chocan en una caja musical, solo
que ésta es una canción infernal.
El párpado mecánico está por abrirse. Me cubro el ojo derecho con la
mano ensangrentada y toda mi visión se vuelve escarlata, hasta que comienzo a
tener su perspectiva. El Ojo del Diablo se ha activado.
Paulo César Ramírez Villaseñor
ESTATUAS DE VENUS
Sentir la velocidad en páramos desolados como aquel no
se trataba en absoluto un episodio de melancolía, sino que más bien era como
sumergirse en una historia donde todos los sinónimos de la belleza se apilaban
en tonalidades que derivaban del amarillo al marrón, pasando por naranjas de
diferentes intensidades.
A lomos de aquella moto levitadora se mantenían a
medio metro del suelo, y los sensores geográficos iban copiando el territorio
según lo percibían, dibujando un mapa que les era transferido mediante ondas al
equipo que habían dejado a kilómetros atrás, a su espalda.
—¿Qué diablos es todo esto…?
La depresión que se abría ante ellos ya no albergaba
únicamente las anacaradas rocas ambarinas, o simple polvo, sino que allí se
percibían formas que se repetían.
Con suma cautela comenzaron a descender por la pequeña
cuesta que se formaba en aquella depresión, hasta alcanzar el suelo, a pocos
metros bajo el nivel por el que se habían desplazado hacía unos instantes.
Bryan tomó la pistola en su mano, mirando en todas las
direcciones. Aron se acercó a la figura más cercana y observó sus rasgos.
Estuvo a punto de quitarse las gafas para frotarse los ojos y percibir con
mayor claridad lo que estaba viendo, pero supo que sus córneas no se lo
agradecerían.
—No… no puede ser…
Había una fuerza sobrenatural que le impedía volver
atrás para informar al resto del equipo de astronautas. Bryan permanecía a
varios metros, pateando algunas piedras del terreno liso.
Aron se agachó, alzando la mano, acercándola a aquel
rostro perfectamente tallado en la roca. Un semblante humano, de cabellos
rizados cortos. Era femenino, y recordaba levemente a las esculturas de la
Antigua Grecia, solo que los desgastes faciales hacían irreconocibles sus
rasgos.
—¿Es que ha habido humanos aquí
antes?
Cano Farragute
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