Crónica del Estrago Literario celebrado este sábado en Málaga: Fantasma versus Ciudad de Heridas

Crónica de Paco Mancera Romero del Estrago Literario celebrado este sábado en Málaga: Fantasma versus Ciudad de Heridas

Enlace a la grabación del evento: https://soundcloud.com/paco-mancera-romero/estragos-literarios-4jun2016-malaga-fantasma-vs-ciudad-de-herida


A las 19:30 horas de este pasado sábado 4 de Junio de 2016, en la malagueña librería En Portada se ha presentado un nuevo evento promocional de libros: Un Estrago Literario. En su primicia en Andalucía los libros contendientes fueron Fantasma (Haunt, 2011) de la americana renacentista: actriz, directora de cine, profesora de primaria y escritora Laura Lee Bahr  editada en 2015 por la catalana Orciny Press en su colección Bizarro en y nominada a la mejor novela extranjera al Ignotus de la presente edición organizada por la AEFCFT. En frente Ciudad de Heridas (2015) del escritor nacido en Alemania pero residente en Málaga, Miguel Córdoba editada por la malagueña Ediciones el Transbordador.
Inició el acto la comandante del Transbordador Pilar Márquez, presentando a Hugo Camacho el editor de esta joven editorial catalán nacida en 2014 y el traductor de la novela de Laura Lee. A renglón seguido le cedió la palabra para que presentase su proyecto editorial.
Hugo relato los libros publicados en sus tres colecciones Tar, Midian (dedicada al bizarro) y Nuca Jamás. Se ha ido especializando en libros que le planteen dificultades a la hora de escribir sus contraportadas. Es decir, ha ido buscando libros fronterizos entre géneros y eludiendo la competencia directa con otras editoriales que publican con éxito y criterio ciencia ficción, fantasía o terror. Ha publicado tanto autores noveles patrios, como extranjeros vivos y exitosos (la propia Laura Lee Bahr) o muertos y olvidados como Edward Page Mitchell. Tras el repaso al catálogo de Orcin

y Press Hugo pasó a contarnos la génesis de los Estragos Literarios. La idea original surge entre Ricard Millàs editor de Sven Jorgensen y el propio Hugo como alternativa a las tradicionales y aburridas presentaciones de libros. Tomaron como inspiración la novela El club de la lucha (Fight Club, 1996) de Chuck Palahniuk llevada al cine por David Fincher en 1.999 con Brad Pitt y Edward Norton de protagonistas. La idea es que los autores, traductores  o editores defiendan sus libros en público, como hacen los poetas en eventos parecidos. Siendo el público el que decide qué libro se proclama vencedor.
Un Estrago Literario tiene un ritual. Al igual que en el Club de la lucha, para poder entrar tienes que ser invitado. En esos momentos Hugo inició a Pilar en los Estragos Literarios, creando la delegación malagueña: el Boquerón Edition. El ritual consistió en la lectura de las ocho reglas y su recepción por parte de la iniciada:
La primera regla de Estragos Literarios es: Tienes que hablar de Estragos Literarios.
La segunda regla de Estragos Literarios es: TIENES que hablar de Estragos Literarios.
La tercera regla es: La pelea termina cuando la prosa y las páginas del contendiente han escupido su última palabra.
La cuarta: Sólo dos libros por pelea.
La quinta: Sólo una pelea a la vez.
La sexta: Se pelea sin usar puños ni verborrea.
Séptima: Cada pelea dura lo que tiene que durar.
Octava y última regla: Si tienes un libro es tu primera tarde en Estragos Literarios… entonces… TIENES QUE PELEAR.

E iniciaron el estrago. Tras una  breve exposición del argumento de cada libro, un contendiente retó al rival declamando un fragmento de su obra defendida, en su turno de réplica su contrincante contratacó con otro fragmento de su propio libro defendido. Tras varias réplicas y contrarréplicas finalizó el enfrentamiento. En esta ocasión, nosotros el público fuimos incapaces de determinar un ganador, por lo que la contienda acabó en empate.
Este nuevo evento (este es el quinto Estrago Literario que se ha celebrado en el mundo) comparte concepto con la batalla de gallos de los raperos que cultivan el freestyle, eso sí, sin su parafernalia añadida por el patrocinador: un fabricante austriaco de bebidas energéticas.
Como es habitual en otros deportes de enfrentamiento, como el rugby, nos dispusimos a celebrar el tercer tiempo: la consabida ingesta de bebidas espirituosas y algún refrigerio. El gran número de participantes en esta fase nos obligó a ubicarnos en la terraza de un local de restauración sito en la malagueña Plaza de Uncibay. Se habló de lo humano y lo divino, tras un par de horas de animada charla (regada convenientemente de cervezas y algunas viandas), declaramos concluido el encuentro con la victoria de la literatura de género sobre la apática indolencia que atenaza este tercer lustro del siglo XXI.

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